Otro de los aspectos que generan conflictos en el entorno escolar son las materias o asignaturas que imparten los centros educativos a nuestros hijos.
No todos los padres comparten los mismos ideales ni consideran los contenidos del curriculum escolar de la misma manera.
Un ejemplo es la asignatura de religión como he mencionado en otra entrada, pero más recientemente la que cabe ahora destacar es la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
Muchos padres e, incluso, partidos políticos, se oponen a que esta asignatura se imparta en las escuelas de manera obligatoria. Consideran que los contenidos no se adaptan al tipo de educación que ellos quieren para sus hijos y, por lo tanto, no quieren que sus hijos asistan a las clases de dicha materia.
Hace poco en el periódico aparecía una noticia en la que se hablaba de una sentencia favorable a unos padres que solicitaban la retirada del suspenso que había recibido su hijo por no atender a las clases de Educación para la Ciudadanía. La madre decía que después de haber leído el libro de texto de la asignatura no quería que su hijo recibiera tal educación porque no compartía ningún principio de la misma.
El derecho a elegir la educación que reciben nuestros hijos se basa en la elección de centro que más se adapte a nuestros propios ideales y principios, el problema surge cuando es la administración educativa la que introduce materias que pueden no ser compatibles con dichos principios.
http://www.youtube.com/watch?v=geVQfgXs0Po
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